Los transportistas y la confusión estratégica de la autoridad

Cristián Saieh

El conflicto entre los transportistas y el gobierno dejó en evidencia la ausencia de una estrategia para abordarlo que tiene su base en la falta de liderazgo de la autoridad.

Abordar controversias es parte esencial en la administración del Estado y generar estrategias bien definidas, la clave del éxito. Los buenos negociadores no buscan el conflicto, pero no le temen y saben gestionarlo con estrategias adecuadas cuando lo enfrentan.

Al diseñar una estrategia de negociación debemos evaluar dos elementos centrales, a saber, el valor de la relación, "¿nos necesitamos hoy y en el futuro?", y el valor del resultado, "¿qué tan importante es el resultado hoy, en términos de tangibles e intangibles?" Ponderados estos dos factores tomaremos una de las siguientes estrategias, que distinguen los factores privilegiados.

La primera de ellas es de evasión, esto es "¿de qué conflicto me hablas?" en que la prioridad de la relación y del resultado se estima baja ya que el costo de negociar sería alto o el conflicto es de poca monta, estrategia que parece haber sido durante años la de las autoridades respecto de los graves atentados que sufren a diario los transportistas en La Araucanía.

Con la marcha de los camioneros a Santiago la autoridad dio paso a una estrategia confrontacional o "yo gano y tú pierdes" en que a las partes sólo les preocupa la satisfacción de los intereses personales, lo que quedó en evidencia al prohibir la entrada de los camiones a Santiago. Pasadas las horas y entendiendo el gobierno que casi todas las miradas del país se centraban en los transportistas y su demanda por el básico derecho a manifestarse en forma pacífica, Burgos dio un paso atrás y acudió a la estrategia de acomodo, "pierdo yo y ganas tú". En esta se considera que la importancia de la relación es más alta que la del resultado, por lo que se cede.

En efecto, ya cerca de la noche los transportistas y gran parte del país demandaba concesiones y había que materializarlas. Finalmente varios camiones pasaron frente a La Moneda, triunfantes porque habían conseguido sus objetivos incluso más allá de lo que habían imaginado. El gobierno mostró una actitud errática que evidenció improvisación y una mala lectura de la empatía de la ciudadanía a trabajadores que día a día se esfuerzan en un ambiente de inseguridad y violencia.

¿Qué es lo que le faltó al gobierno?

En un complejo escenario de baja popularidad y crisis de confianza en las instituciones es indispensable un liderazgo robusto que ordene y genere estrategias de colaboración. En efecto, la autoridad perdió la oportunidad de implementar desde un comienzo la estrategia cooperativa, en que las partes trabajan en forma conjunta para abordar el problema. Esta es la más compleja de implementar ya que requiere preparación, manejo de expectativas, creatividad en la generación de soluciones y generosidad para entender al otro.

Vienen muchos episodios donde se abordarán temas claves para el futuro del país; a estas alturas, con una desconfianza e incertidumbre generalizada en la ciudadanía, la única solución es que todos los actores sociales y políticos, sin distinción, asuman liderazgo y cooperen en vez de confrontar.